Nacemos y luego somos educados para "tener" y no para "ser". Es asi que ya desde niños comenzamos a formar y desarrollar nuestro ego y personalidad, que marcara un rumbo en nuestras vidas. El sentido de pertenencia queda ya gestado a partir de los dos años de edad, en donde comenzamos a señalar a nuestros padres como "mis padres" y asi todo lo que se refiere al sentido de pertenencia, que luego es apoyado por la educacion que recibimos. Asi, nuestro punto de referencia se ve desplazado del yo superior al yo medio. La nocion espiritual se desvanece y el cuerpo gana a la razon. El "tener" entonces, no puede separarse del "ser", al igual que la mano y el brazo del cuerpo. Nunca debiesemos olvidar de que somos seres espirituales viviendo una realidad fisica, en un cuerpo. No es un cuerpo que tiene un espiritu, sino el espiritu encarnado en una forma fisica. Enfocados exclusivamente en el "tener", corremos riesgos de sufrir en la vida, pues es un concepto muy superficial de la misma, basado en los apegos y el constante miedo a perder. El equilibrio consiste en saber en donde uno esta parado, y saber utilizar la conciencia de manera correcta para tener y ser. Conceptos como "soy saludable", o "soy exitoso" rinden mejor que "tengo salud" o "tengo exito". Asimismo, no es igual "soy abogado" o "soy rico" que "tengo un titulo de abogado" o "tengo dinero". Tampoco se entiende igual "tengo hijos" que "soy padre". Los rotulos o etiquetas confunden el "ser" y el "tener", y tener claro ambos conceptos es la diferencia entre una buena o mala autoestima. Valgo mas por lo que soy que por lo que tengo, eso si... separemos la paja del trigo.
Mario Molinari.
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