Por eso el sufrimiento.

No estas aqui por casualidad, sino por causalidad. Desde un plano superior, has decidido encarnar en el mundo para cumplir tu proposito en la vida. Esto significa que has elegido la vida que llevas, buena o mala, forma parte de tu karma y tu aprendizaje para este momento de la existencia. Has elegido tu familia, tus amistades, tus experiencias, solamete con un proposito: aprender y evolucionar. No hay nada que reclamar, todo esta en ti. Cuando me preguntan ¿que he hecho yo para merecer esto?, les contesto que se trata de una enseñanza, que puedes elegir entre no resoverlo y sufrir, o resolverlo y seguir adelante. El Universo nunca colocara una piedra que no puedas mover, el mundo no es tu enemigo y nadie quiere hacerte daño. Vida tras vida, nos movemos en la rueda del karma solamente para repetir las lecciones que el ego no quiere aceptar, y son muchas; por eso existe el sufrimiento. A lo largo de nuestra existencia, hemos aprendido mas por el dolor que por el amor. Muchos de nosotros, tenemos la conciencia "crecida o madura" como para comprender este mensaje; otros deben seguir repitiendo la leccion, por un metodo casi cientifico: acierto y error.
Asi se aprende, asi se crece, asi uno se vuelve sabio. Por eso el sufrimiento, si la vida fuera facil, si no nos puesieramos pruebas, ¿que podriamos aprender y enseñar?.
Ahora estas a punto de decidir, cada instante de tu vida lo haces, conciente o no, pero inexorablemente, esta decision marca tu destino, y si creces en cada acto, tus decisiones seran mas sabias y acertadas. Por eso el sufrimiento, si decides en base al dolor, el rencor, la culpa, el miedo, la envidia, los celos... tu vida se volvera cada vez mas pesada, porque repites y no superas tu karma. Pero si a pesar de todo eso, decides en base a el amor, el perdon, la compasion, la fe, la esperanza, estas aprendiendo y creciendo, y por sobre todas las cosas, evolucionando.
La vida es como un rosedal, para alcanzar la flor, hay que atravesar por las espinas, y es dificil no pincharse... pero aprendes.

Mario Molinari.