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Vivir Reiki - El Cielo en la Tierra es un centro mistico orientado a mejorar la calidad de vida de las personas. Es atendido por el Consejero Espiritual y Maestro de Reiki Mario Molinari y la Maestra de Reiki Laura Rocha. Se encuentra en la playa de Aguas Dulces - Rocha - Uruguay. En esta pagina encotraras informacion variada sobre un estilo de vida sano, en plenitud y armonia, basado en conocimientos de la Nueva Era. Bienvenidos.

jueves, 15 de abril de 2010

¿Te acordas? Reiki en el Diario el Pais- edicion del 30 de mayo del año 2003.


Se trata de una técnica proveniente de Japón que se aplica con las manos captando y transmitiendo la positiva energía cósmica
El Reiki abre las puertas de los CTI
En Uruguay cientos de enfermeros y profesionales de la salud lo aplican en tratamientos intensivos a pacientes y familiares

GUSTAVO TRINIDAD

La vida es energía que vibra de determinada manera y que puede ser dirigida. Así lo entienden cientos de profesionales médicos y trabajadores de la salud que han incorporado técnicas de Reiki a su tarea cotidiana.

Esta técnica oriental surgida a finales del siglo XIX en Japón, que maneja y transmite energía a través de las manos –una técnica que se denomina "imposición"–, está traspasando lenta pero sostenidamente el umbral dogmático y racional de la medicina occidental.

Hace nueve años, cuando tímidamente comenzaron a aparecer centros de Reiki en Uruguay, nadie imaginaba que en un futuro podría verse a un enfermero abriendo los "canales" para pasar a través de sus manos un estado que permita a un paciente terminal, entrar en la muerte de forma menos traumática. O a una psicóloga darse un tiempo antes de atender a un paciente para auto practicarse una sesión de Reiki preparándose para la consulta.

En varios C.T.I. los familiares de pacientes graves pueden ser atendidos por esta técnica que no posee puntos de contacto con ninguna religión y a la vez acoge a todas. Pero no es necesario estar enfermo para recibir una carga de energía cósmica; muchas decisiones acerca de nuestro destino que no nos animamos a dar, se materializan por el impulso energético del Reiki, aseguran sus seguidores.

Alicia Enciso, psicóloga y maestra de Reiki lo explica diciendo que "nos hacemos cargo de nuestro propio destino".

LA APERTURA. El Reiki ha sido adoptado por médicos de medicina general, psiquiatras, psicólogos, pediatras y enfermeros que trabajan en salas de tratamiento intensivo, donde su aplicación permite también, según expresan, contener los efectos secundarios de tratamientos muy potentes.

En la Escuela Nacional de Enfermería, dependiente de la Universidad de la República, se instrumentan cursos de terapias alternativas donde se da información de Reiki. Aunque no se imparte como materia permanente, Cristina Berrenechea, coordinadora de la Escuela dijo a El País que está "convencida de la necesidad de incorporar conocimientos de Reiki como materia permanente".

A pesar de la apertura de la medicina a esta terapia de tipo alternativa, todavía pueden contarse gran cantidad de profesionales que se resisten a incorporarla a su trabajo. Esta resistencia va desde la absoluta indiferencia al franco descrédito. Dentro del primer caso puede contarse al doctor Román Garrido de la Sociedad de Medicina Intensiva, que consultado por El País al respecto se limitó a preguntar "¿ Reiki, ¿qué es eso?".

El famoso sexólogo Gastón Boero, luego de aclarar su desconocimiento sobre esta técnica, la relativizó sosteniendo que a lo sumo puede "levantar el ánimo de algún paciente que cree", pero desestimó un poder "realmente curativo de cualquier terapia alternativa existente".

Los profesionales iniciados en Reiki aseguran que mejora su trabajo y que los resultados son notorios. Hablan de una "humanización" de la medicina y de la cabal compresión de que "no somos sólo un cuerpo".

Aunque hay bibliotecas enteras que explican lo que es el Reiki quienes lo practican afirman que traducirlo a palabras es infinitamente más tedioso, y tal vez vano, que vivirlo. Quien aplica Reiki trata de aunar, de ser un "canal" entre la energía del universo y la energía humana. Suena metafísico pero sus adeptos explican que casi cualquier persona puede aplicárselo a sí mismo y a otros.

De hecho muchas veces se utiliza inconscientemente como cuando una madre acuna en brazos a su bebe que llora por alguna molestia hasta que este se duerme apaciblemente. La diferencia de sistematizar de alguna forma esta técnica permite acumular y dirigir esa energía.

EL AUGE. Sólo en Montevideo hay 30 centros de Reiki y en cada uno de ellos es normal encontrar a médicos y enfermeros junto a personas de todas las edades y profesiones. Algunos concurren a "iniciarse"; se trata de aprender a aplicárselo a sí mismo a un costo que puede variar de 50 a 200 dólares y demanda unas 36 horas. Otros asisten a sesiones donde son tratados por los master en Reiki, estas sesiones pueden costar de 80 a 300 pesos. Ser un maestro de Reiki, el único nivel que permite iniciar a otros, demanda tiempos diferentes según la persona, pero puede asegurarse que la maestría no lleva menos de cuatro años.

Varios profesionales médicos consultados coincidieron en que mejora su trabajo a partir incluso de aplicárselos a sí mismo.

Noelia Farías es licenciada en enfermería y trabaja en el C.T.I. de la Asociación Española, especializada en cuidados paliativos. Su trabajo constante con pacientes terminales comenzó a desgastarla al cabo del primer año.

"Sentí necesidad de entender ese momento tan próximo a la muerte. Necesidad de ver qué podía hacer yo por ellos y a la vez por mí, porque allí uno vive día a día la muerte de alguien", contó Farías a El País. Ahora Farías pide permiso a los pacientes o a sus familiares si quien está internado permanece inconsciente, y trabaja el Reiki tomando la mano del enfermo terminal que está sobresaltado o se nota una alteración en su respiración.

Cuando el trabajo le depara algún momento angustiante o le suma ansiedad se da un tiempo y se aplica Reiki sobre sí misma. Aunque una supervisora opinó que estaba "tirando la plata", muchos de sus compañeros muestran interés.

"Si vas a cuidar gente necesitas estar bien. Es algo que en la facultad no te dan. No te enseñan a prepararte ni a relacionarte con el paciente. Por el contrario marcan cierta distancia. La relación de un médico con su paciente muchas veces es apurada y estresante para ambos. Pero es un tema de toda la sociedad, nos desvinculamos día a día de la esencia de la vida y hay que trabajar para volver a ella", expresó María del Luján Díaz, docente y psicóloga infantil y social.

LO INEVITABLE. La necesidad desesperada de ayuda que genera el peligro de que un familiar muera, por ejemplo, hace que la gente recurra a todo lo que está a su alcance para evitarlo. Pero no siempre se reconoce la ayuda recibida después que pasó el peligro. "Dos médicos que tienen una hija de dos años, se enfrentaron a la terrible situación de que se enfermara de púrpura fulminante. La niña se moría. Llamaron pidiendo que hiciéramos algo. Estaban desesperados. Yo reuní a 26 de mis alumnos y durante diez días nos turnamos pasándole energía a la niña", contó a María del Carmen Rumbo, maestra de Reiki que actualmente prepara a seis enfermeros y tres médicos.

La niña se salvó pero no llegó el reconocimiento de los padres. "Se salva un caso entre cien y ellos opinaron que simplemente este era uno de esos casos".

"Lo que aflige no es la ausencia de reconocimiento sino la ceguera y sordera para aceptar algo tan evidente como el hecho de que uno respira", opinan quienes han pasado por experiencias similares. Rumbo aclara que la tarea de convencer no forma parte del verdadero terapeuta; "no es una cuestión de convicción, no se está vendiendo nada, la persona debería estar atenta para percibir los cambios".

"Llegó una chica y comenzó una serie de sesiones. A la tercera le pregunté si percibía algún cambio y me contestó que no. Le pregunté por qué seguía viniendo y me dijo que pasaba un rato agradable y salía tranquila. Pero resulta que en charlas sucesivas que fuimos teniendo, me contó que desde que concurría a las sesiones había retomado los estudios de abogacía que había abandonado hace cuatro años, que después de un largo noviazgo había roto porque se dio cuenta que no era el hombre para ella, que había peleado en su empleo por un aumento y lo había conseguido, etc. Le pregunté si a estas cosas ella no le llamaba cambios, ¿qué esperaba que pasara?".

Rumbo está acostumbrada a estas situaciones porque, como explica: "mucha gente llega pensando que se trata de magia y que los cambios los vamos a decretar nosotros, cuando en realidad las transformaciones se hacen por ellos mismos".

Aunque en el ambiente sin duda no faltan los snobs, parece que la cosa va muy en serio. Este sistema de sanación permeado por el Budismo y las escrituras tibetanas, va prendiendo en la sensibilidad occidental, que tal vez este asimilando aquello que le reveló el zorro al Principito: "Lo esencial es invisible a los ojos".

Los primeros uruguayos iniciados en Reiki

En Uruguay el Reiki se empezó a nombrar en 1992 pero debieron pasar dos años hasta que hubiera la posibilidad de iniciarse en nuestro país. María del Carmen Rumbo fue una de las primeras seis maestras de Reiki que tuvo el Uruguay.

Trabajaba con un quiropráctico, era su terapeuta. "El los desarmaba y yo les hacía masajes de digitopuntura para que los pacientes se fueran emocionalmente aliviados ya que la quiropraxia genera dolor y mucho nervio", contó Rumbo.

Este médico había estado en Buenos Aires y se había iniciado en Reiki. "El fue quien trajo al primer maestro a que iniciara gente en Uruguay", asegura Rumbo.

Así el primer maestro que desembarcó en el país a impartir esta técnica oriental, fue el argentino Jorge Magri. "Yo fui a iniciarme en Reiki sin saber lo que era. Cuando lo experimenté me pareció algo fascinante", comenta Rumbo a quien le llevó ocho años llegar a la maestría.

Hoy existen treinta centros de Reiki sólo en Montevideo y muchos de ellos cuentan con un maestro en la materia.

De todas formas hay que diferenciar centros de escuelas. En los primeros se pueden realizar sesiones que componen una terapia, en los segundos se concurre para iniciarse en Reiki y poder aplicarlo. Es en esta instancia que un "maestro" abre los canales de un alumno por los que podrá transportar la energía cósmica. Un alumno iniciado puede aplicarse y aplicar a otros Reiki pero no iniciar a nadie.

A pesar del notorio incremento de este tipo de centros y escuelas que denotan un incremento de la demanda, no hay una asociación que los nuclee. Salvo seminarios organizados entre maestros no hay otro tipo de actividad colectiva. "No estoy en contra de las asociaciones pero hay que tener cuidado cuando estas se forman más para cerrar el círculo que para abrirlo", comentó a El País, Silvia González, maestra de Reiki. Quienes fueron consultados y están a la cabeza de estos centros dijeron que no se ha constatado en el país maestros "truchos", aunque la simpleza práctica de la técnica hace tan inofensiva la aplicación, como difícil de detectar a un falso maestro.

Una técnica de 105 años

Quien creó este sistema de sanación natural basado en la medicina oriental, fue Mikao Usui, nacido el 15 de agosto de 1865 en el distrito Gifu, de Tokio, Japón. Todo comenzó en 1879 y en 1905 ya era una técnica muy difundida en todo Japón. Al principio la técnica usaba símbolos, tenía una serie de afirmaciones y utilizaba siete principales posiciones de las manos sobre importantes puntos hasta entonces utilizados por la acupuntura. Un personaje importante que transformado en maestro Reiki, continuó el trabajo de Usui, fue un oficial naval japonés llamado Chujiro Hayashi. Entrenó con Usui desde 1825 y mantuvo las investigaciones sobre el Reiki hasta su muerte el martes 10 de mayo de 1940 justo antes de la Segunda Guerra Mundial. La llegada del Reiki a occidente se debe a una mujer hawaiana llamada Hawayo Takata nacida en 1900.

Según cuenta la historia Takata fue a Japón en los años treinta a visitar a sus parientes y al poco tiempo fue internada en estado grave. Alguien propuso que fuera tratada por Hayashi. Takata fue salvada de una enfermedad en estado terminal gracias al Reiki y desde entonces dedicó su vida a aprender, enseñar y transmitir la técnica por todo el mundo. Incluso cuando sobrevino la Segunda Guerra Mundial y cientos de escritos se perdieron, se dice que Takata fue una figura esencial para salvar una técnica que hubiera naufragado entre los desastres de la guerra.

Salud y dinero

La Sra. Takata se registró como maestra Reiki en Honolulú el 21 de febrero de 1938. La historia dice que: "trató a un primo pero no le cobró y este no valoró los tratamientos por lo que no se puso bien. Luego trató a otro pariente pero esta vez le cobró y ese pariente permaneció bien. Desde entonces la tradición de cobrar el tratamiento Reiki está reforzada. Sin embargo cuando su fundador Usui buscó una solución a este problema de la falta de gratitud, tomó una actitud opuesta. Se paró con una antorcha en medio de la plaza pública y cuando le preguntaban que hacía en esa posición respondía que estaba buscando a los pocos interesados en mejorarse a sí mismos. Viajó, enseñó y sanó a pobres y enfermos.

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