1. ¿Qué tiene el agua del mar?
Relajante. El agua del mar ayuda a relajar la musculatura. (Foto: Sport Life)
Desde muy antiguo se conocen los efectos saludables de los baños de mar. El padre de la medicina, Hipócrates, ya decía que el mar era capaz de curar enfermedades y recetaba inmersiones y lavados en agua salada para tratar dolencias comunes.
Sus enseñanzas se perdieron en la oscura y poco higiénica Edad Media y no se recuperaron hasta el siglo pasado, en el que las playas se llenaron de bañistas atrevidos.
Desde el espacio, el planeta tierra es el planeta azul, porque el 70% de su superficie está ocupada por agua. La mayor parte se encuentra en los océanos y los casquetes polares. El agua de mar es la madre de los seres vivos, incluidos los humanos, por las características especiales del caldo de cultivo que era el océano primitivo donde surgió la vida.
Los caprichos de la evolución llevaron a algunos seres a salir del agua y colonizar la tierra, pero dentro de las células se mantuvo la composición del mar original. La principal característica del agua de mar es su riqueza en minerales como potasio, sodio, calcio, magnesio, azufre, silicio y yodo, que nuestra piel puede absorber, en baja proporción, a través de la piel.
Además, el agua de mar tiene elementos vivos como plancton y algas microscópicas con efectos terapeúticos sobre la piel y las articulaciones.
La humedad característica de las zonas marinas se produce por la evaporación del agua de mar, que carga el aire de gotas en suspensión de oligoelementos y de iones negativos. Respirar el aire marino tiene efectos beneficiosos sobre el organismo porque estimula el sistema inmunitario, relaja y favorece la producción de serotonina.
2. Ventajas de un baño de mar
Saludable. Un baño de mar tiene innumerables beneficios para el organismo. (Foto: S. Life)
Olvida hacer el lagarto al sol cuando llegas a la playa. Te estás perdiendo todas las ventajas de un tratamiento de talasoterapia gratuito en un día de playa.
Tonifica la musculatura
Muévete dentro del agua. Realizar ejercicios con el agua a la cintura, jugar a las palas dentro del agua, un partido de waterpolo o simplemente, andar por la orilla del mar, obliga a los músculos a trabajar con mayor intensidad sin que sufran las articulaciones. Aprovecha las horas de playa para hacerte un plan de ejercicio cardiovascular, muy beneficioso para personas con sobrepeso, para recuperar lesiones articulares o simplemente para no aburrirte tumbado al sol.
Estimula la circulación periférica
Es cuestión de presión: al entrar en el agua se produce una diferencia de presión desde el fondo (donde están tus pies), a la superficie (tu cabeza y corazón) que impulsa el retorno venoso y activa la circulación de la sangre. Es recomendable para mejorar problemas circulatorios como varices, mala circulación, hemorroides y celulitis. Además, el efecto de masaje que ejercen los granos de arena al andar descalzos complementa esta acción y ejerce una acción de reflexología sobre el cuerpo en general ¡y es gratis!
Estimula el crecimiento
La presencia de yodo en el agua de mar estimula la glándula tiroides, encargada de regular el metabolismo. En niños y adolescentes acelera el crecimiento y en adultos mejora la osificación de fracturas y evita la pérdida de masa ósea y muscular que se produce con la edad.
Mejora los problemas dermatológicos
La riqueza en minerales y oligoelementos del agua marina, ayuda a mejorar los problemas de la piel como el acné, piel grasa, problemas de hongos, heridas y cicatrices. No te olvides de proteger la piel con bronceadores para evitar que la exposición solar en la playa produzca envejecimiento y quemaduras cutáneas.
Efecto antibiótico y bacteriostático
El agua salina impide el crecimiento de virus y bacterias. Al ser un ambiente húmedo, el efecto de las partículas en suspensión mejora catarros, sinusitis, afecciones de faringe y laringe, etc. e impide la sequedad de las mucosas que favorece la infección de los microorganismos patógenos. Además, en las zonas marinas hay mayor concentración de ozono natural, gas atmosférico con acción antibiótica.
Enfermedades ginecológicas
El pH alcalino del agua del mar y la presencia de sal, impide el crecimiento de hongos y ayuda a combatir micosis vaginales como las candidiasis que son difíciles de erradicar.
Efecto depurativo y adelgazante
Los baños de mar ayudan a eliminar las toxinas, porque la diferencia de presión entre el aire y el agua, estimula el retorno venoso y linfático y favorece la eliminación de líquidos por el sudor y los riñones. También, el yodo marino que se absorbe a través de la piel, estimula el metabolismo para que queme más energía. Eso sí, para adelgazar, recuerda que no debes aumentar el número de calorías que comes y olvida las tapas y los helados al borde de la playa.
Efecto anti-estrés
El efecto masaje del agua sobre la piel, el sonido relajante de las olas y el calor del sol, producen un efecto sedante y tranquilizador que ayuda a mejorar los problemas de estrés, insomnio y nerviosismo. Además, al estar al nivel del mar, en altitud cero, la presión atmosférica es máxima y el nivel de oxígeno es mayor, condiciones que producen la bajada de tensión sanguínea que se manifiesta en un sueño reparador y que reducen los riesgos cardiovasculares de la hipertensión.
Fuente: www.pulevasalud.com
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